(En el caso de la Fiscalía contra K. M. –Núm. de caso: YA067092-, el Departamento de Policía de Inglewood arrestó a mi cliente por tenencia ilícita de base de cocaína (cocaína en piedra) con fines de venta. Los hechos eran muy sencillos. El informe policial señalaba que los agentes estaban patrullando un área conocida como “the bottoms” (los “bajos fondos”). En el informe se indicaba asimismo que vieron a mi cliente tirar una bolsita plástica transparente, la cual fue recobrada más adelante, y en la que había muchas piedritas de base de cocaína. Esculcaron a mi cliente y le encontraron una cantidad considerable de dinero en efectivo, lo cual parecía indicar venta callejera de narcóticos. Lo que el informe no reflejaba (y lo que acabó siendo verdad) es que mi cliente y sus amigos estaban hablando delante de la casa de la madre de uno de ellos en Inglewood. Los policías se presentaron y detuvieron a todo el mundo a punta de pistola sin ninguna razón legal en absoluto. Los agentes, obviamente, conocían esta casa en concreto porque, mientras detenían ilegalmente a mi cliente y a sus amigos a punta de pistola, uno de los policías fue por el lateral de la casa, a unos 30 pies de distancia, y se metió por el entresuelo de la casa. Dentro del entresuelo es donde estaba en realidad la base de cocaína, junto con una PISTOLA que nunca se mencionó en el informe policial. Después de que yo inspeccionara detenidamente el lugar de los hechos, la casa y el entresuelo, estaba claro que el informe policial era una completa invención. Este caso comenzó en el tribunal de Inglewood pero fue trasladado al de Torrance, ya que ambos tribunales pertenecen al mismo distrito judicial de la zona suroeste. El caso pasó a la sala del peor juez del tribunal de Torrance. Resultado: A pesar de ello, tras una vigorosa defensa presentada ante el jurado, logré la absolución y total libertad de mi cliente, K.M. ¡A menudo me pregunto a quién “colocaría” la policía esa pistola!)